El sufrimiento no me deja dormir esta noche...
Hace solamente unas horas que terminamos nuestra relación y no puedo acostumbrarme a la idea de la separación definitiva. ¡Cuan injusta has sido! Es mejor no recordarlo...
Te escribo ahora porque, en medio de la oscuridad y el silencio de mi habitación, escucho una voz que surge dentro de mi para reclamarte. El llanto ha inundado mis mejillas, cierro los ojos y recuerdo los días felices que vivimos ayer… ¡No, no puede ser amor mío! Lo nuestro no puede terminar así; este destino de los dos no puede ser tan cruel. Sufro por ti y por mi, me duele que no encontraremos una salida, una luz que nos guíe hacia la mutua comprensión.
Tú, para mi, eres el faro que alumbra el agitado mar de mi vida, donde navega triste y atormentado mi existencia. ¿Cómo vivir sin ti?...... ¡Cómo seguir viviendo!, tenerte y no tenerte, buscarte y no encontrarte, amarte y perderte.
La vida es cruel conmigo y tú la mujer que la convierte en castigo. El dolor que hiere mi alma, es la pena que me causas con tu desdén inclemente.
En medio de esta infinita tristeza, vuelvo a abnegar en llanto mi almohada. ¡Lo nuestro no puede terminar así,...
23/o2/07
